Hace algún tiempo concretamente en el siglo pasado existió un tipo de lector de cómics, que era fan de los superhéroes clásicos y un seguidor de las genuinas historias de Stan Lee, cuando los protagonistas eran originales y no aparecían actualizaciones para adaptar el personaje a los tiempos modernos. Spiderman era picado por una araña radiactiva, Los Cuatro Fantásticos adquirieron sus poderes al penetrar los rayos cósmicos espaciales en su organismo y el Capitán América se hizo super fuerte con el suero del supersoldado.
Una época sin redes sociales, pero sí con el correo del lector que se encontraba en la misma ilustración, un tiempo en el que no podíamos ver películas con los magistrales efectos especiales de hoy en día. En su lugar solo nos encontrábamos con alguna serie de escasa calidad y muy buenas intenciones. En nuestros corazones reside el recuerdo de dibujantes como Jack Kirby o escritores legendarios como John Romita Sr y su hijo además de un sin fin de artistas que con su talento nos hicieron soñar contando historias increíbles.
Quiero hacer un homenaje a aquellos lectores de cómics que con su pasión han mantenido vivo el espíritu de estas fantásticas ilustraciones, comprando semanalmente sus cuadernos de cómics, consiguiendo hacer llegar aquellas maravillosas historias hasta nuestros días.
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